En esta obra de estilo realista se refleja una escena llena de ternura.
La mirada de la niña conecta profundamente con el espectador a través de esos ojos llenos de vida y esa expresión con tanta dulzura.
La forma delicada y tranquila con la que sostiene al conejo refuerza una sensación de afecto y protección.
La ternura es una emoción que involucra sentimientos de cariño, comprensión, delicadeza y afecto hacia otros. Es la expresión más serena, bella y firme del amor.
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